Como podemos leer el paisaje para analizar la contaminación del aire
La contaminación atmosférica es el mayor riesgo medioambiental para la salud. Tiene un impacto significativo en la vida humana y en el estado de los ecosistemas. Un tipo de contaminante peligroso son las partículas (PM). Todos los países de la UE, especialmente Polonia, deben adoptar medidas intensivas para alcanzar los niveles de calidad del aire exigidos. Estas medidas deben ir encaminadas, por un lado, a reducir las emisiones y, por otro, a reducir las concentraciones de PM en el aire. Para ello, es necesario identificar los factores que influyen en la contaminación atmosférica. En este estudio se han tenido en cuenta el patrón de paisaje, el clima y las emisiones en las proximidades de los lugares de control de PM.
Los factores climáticos, especialmente la velocidad del viento, resultan ser los más importantes para la contaminación por PM. Además, el patrón del paisaje altera significativamente la concentración, especialmente en el caso de las PM2,5. La presencia de grandes zonas verdes de forma compleja en el paisaje se asocia con menores concentraciones de PM. La importancia de las emisiones, aunque estadísticamente significativa, fue bastante reducida.
En particular, no se demostró ninguna relación entre la distancia a las grandes fuentes puntuales y la concentración de PM, lo que implica que la contaminación procedente de las chimeneas altas está muy dispersa y no afecta a la concentración de PM en sus proximidades. Se concluye que los indicadores del paisaje aportan nueva información para explicar la concentración de PM y que es muy importante modelizar el paisaje, teniendo en cuenta los espacios verdes como filtros de contaminantes.
La consideración de los espacios verdes junto con las fuentes de contaminación en la planificación del uso del suelo puede contribuir significativamente a la eficacia del control de la contaminación atmosférica, al tiempo que aumenta el confort de la vida al proporcionar una serie de servicios ecosistémicos, tanto normativos como culturales. El enfoque paisajístico es el que mejor se adapta a las necesidades de la ordenación del territorio, especialmente en las ciudades, donde las presiones antropogénicas y la demanda de servicios ecosistémicos son cada vez mayores.